¿MAESTRA O MAMÁ?

Psic. Margarita S. Guerra Paredes.

La situación actual de confinamiento es todo un reto para muchas mamis. Antes del confinamiento era necesario que realizaran varias funciones, recordar horarios de actividades extra-escolares, organizar los horarios para que lograran comer, hacer tarea y tener tiempo de esparcimiento, preparar lo necesario para lonche y desayuno al día siguiente. Toda esa rutina con el confinamiento cambia y se le agrega el rol de maestra, ahora son las encargadas de que se conecten a la hora indicada con su grupo y realicen las actividades que la maestra pide, aparte necesita supervisar que realice la tarea y es la encargada de enviar la evidencia de que dicha tarea se realizó.Este cambio ha generado un cambio importante en la dinámica familiar. Antes del confinamiento mamá era, sólo mamá; ocasionalmente revisaba tareas y las corregía pero no era que la escuela exigiera, podría hacerse o no. Ahora las mamás necesita jugar con el rol de maestra y mamá y esto ha generado en la mayoría de los casos un desgaste en la relación. A partir de este cambio la armonía de muchos hogares se ha visto afectada de forma considerable. Los hijos están más rebeldes y mal humorados.

PARA CONSIDERAR:

– Es importante que consideres que NINGUNA actividad está por encima de tu relación con tu hijo, esto significa que debes valorar si las actividades de tu nuevo rol de maestra están lastimando tu relación de mamá.

– El rol más importante que tú tienes es el de mamá, el de maestra lo puede cubrir otra persona, pero el de mamá solo lo puedes cubrir tú.

– Si las tareas o entrar en línea a recibir clases se está volviendo una pesadilla para ti y para tu hijo es tiempo de “soltar”. Tu hijo no perderá el año si deja estas actividades de lado.

– Te preocupa estarle enseñando a tu hijo a ser IRRESPONSABLE?… Tal vez lo que le estas enseñando y tú también estarás aprendiendo es a SER FLEXIBLE; las circunstancias pueden ayudarnos a aprender a los adultos y a los niños a ser flexibles frente a las circunstancias que se escapan de nuestras manos por incapacidad en conocimientos o en habilidades para manejar una nueva situación y eso no te convierte en una mala madre.

– Te sugiero que empieces a reflexionar acerca de la siguiente pregunta:Dentro de diez años… ¿Qué es lo que tu hijo va a recordar de la contingencia?… El tiempo que pudo pasar en familia o lo difícil que fue convivir con mamá y sin jugar con sus amigos?

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