EL RETO DE DESPEDIR A ALGUIEN QUERIDO.
Psic. Margarita Guerra Paredes.
“No te mueras con tus muertos” Sta. Teresa de Ávila.
Cuando alguien cercano y querido fallece, se vive un gran dolor. Sabemos que significa no volver a disfrutar de la presencia física de esa persona, no volver a escuchar su voz que cuestionaba, compartía, admiraba o contaba cosas chistosas que nos alegraban el día.
Con frecuencia el mayor reto que enfrenta alguien que ha despedido a un ser querido es: RECUPERARSE A SI MISMO… SER FELIZ.
Recuperarse a sí mismo es un gran reto porque implica lidiar con muchas creencias propias y sociales que estorban en esa tarea. Uno de los principales obstáculos es: LA CULPA.
Las formas de culpa que más estorban en el proceso de auto-recuperación son:
– Frases de auto-reclamación por lo hecho o por lo NO hecho.
Por ejemplo una madre puede sentirse tremendamente culpable por haber dejado ir a su hijo a una fiesta en la que tuvo un accidente y falleció. Un hijo puede sentirse culpable por no haber cambiado de doctor o no haber hospitalizado con anticipación. Etc. Esta culpa pone a las personas a la altura de Dios, pues supone que pudieron evitar una situación que hasta ese momento era desconocida para ellos.
– Culpa por estar bien.
Muchas personas que consideran que “deberían” estar “más” tristes o deprimidas se sienten culpables. Y si consideramos que el mayor reto de despedir a alguien querido es recuperarte a ti mism@. Pues entonces el hecho de estar bien, reír y continuar con la vida no debería generar culpa. Es imposible vivir dolor y tristeza 24hrs durante 7 días. Conforme el tiempo avanza el dolor debe disminuir en intensidad y en tiempo porque si después de un tiempo considerable, el dolor es el mismo, entonces el nombre cambia, ya no es dolor, es sufrimiento. La diferencia esta en que el dolor no se elige, se tiene que vivir, es como un machucón, pero es sufrimiento es el dolor por el dolor que se vivió y ese si es una elección.
– Culpa por vivir.
Las personas ancianas o con mayor edad que el fallecido, suelen sentir esta culpa al despedir a un familiar. Suelen decir “Mejor me hubiera muerto yo”. La muerte no es una catafixia, no es alguien con quien se puede negociar y hacer el intercambio de una vida por otra. Necesitamos comprender que muere al que le toca morir. Podemos o no estar de acuerdo con la forma en que murió, pero necesitamos comprender que era su tiempo. Alguien muy querido para mi y que ya falleció, decía: “Nadie se muere en la víspera”.
FORMAS DE SUPERAR LA CULPA.
– Para muchas personas la religión es la respuesta, pues ayuda a generar perdón a uno mismo, a Dios por su decisión injusta de llevárselo, a la vida o a quienes le quitaron la vida.
– Piensa en formas de honrar a tu ser querido. En la medida en que honres con tu vida y tu hacer su presencia en este mundo. Tu dolor disminuirá y tu vida tendrá más sentido y alegría sin culpa. Finalmente lo que deseamos para nuestros seres queridos es que sean felices en nuestra presencia o en nuestra ausencia.
– Con frecuencia los familiares fallecidos que vivieron días de enfermedad y agonía, pueden discernir si tienen LA SATISFACCIÓN DEL DEBER CUMPLIDO, los que estuvieron cercanos de alguna forma, apoyando presencialmente y/o económicamente, y/o moralmente, pueden tener esta satisfacción. Finalmente es injusto juzgame en este momento con referencia a hace seis meses o diez años. Los recursos que tengo son mayores ahora. De tal forma, es importante que reconozcamos “Hiciste lo mejor que pudiste dadas tus circunstancias y tus recursos (económicos, emocionales, físicos).”
– Asistir a psicoterapia es otra opción, cuando el dolor de la culpa y/o el dolor de la despedida impiden que tu andar sea ligero, que tu vida retome sus rumbos con alegría, no lo pienses mucho, busca un espacio para desmenuzar lo que estás viviendo, busca con quien llorar sin que te repriman, sin que te juzguen. Busca un espacio para juntar tus pedacitos y salir enter@ del dolor.
Puedes elegir una o más opciones para poner en práctica de forma simultánea, pero no que NO es opción es que TE MUERAS CON TUS MUERTOS.