SUPLEMENTOS MARAVILLA…¿DEBEMOS USARLOS?
Nutrióloga Susy Arroyo.
México es uno de los nichos de mercado más grande para todo tipo de suplementos y complementos vitamínicos que existe, de hecho ocupamos el segundo lugar en su consumo en América Latina.
Existen desde los que encuentras en las farmacias o supermercados de libre venta, hasta los que puedes comprar por catálogo o en sistemas de multinivel.
Uno de los mayores problemas con este tipo de productos es que muchos de ellos son elaborados en laboratorios ilegales que no cubren los lineamientos básicos que marcan nuestras Normas Oficiales Mexicanas (NOM), y aunque si bien es cierto, cada vez está más controlada la publicidad engañosa de productos “milagro”, éstos no han podido ser erradicados por completo.
Por lo general, la mayoría de las personas suele tomar alguna “píldora maravillosa” o “polvos fantásticos” sin saber bien qué es lo que contiene o qué efectos tendrá en su cuerpo. El tomar este tipo de suplementos son el equivalente a tomar medicamentos sin una prescripción médica apropiada, ya que no sabemos en qué forma afectará a nuestro organismo.
Es muy usual que algunos de mis pacientes al responder sobre los suplementes alimenticios que están tomando contesten: “Unas pastillas que me recomendaron, pero son naturales”… “una malteada buenísima que es para desintoxicarme”, tratando de darme a entender que no hay ningún riesgo al tomarlos; y yo les explico que si puede haber algún riesgo.
¿POR QUÉ? Bueno… las vitaminas y minerales son micronutrimentos que son esenciales para nuestra vida, ya que prácticamente todas las funciones o ciclo vitales de nuestro cuerpo requieren por lo menos alguno de éstos valiosos elementos. Sin embargo, requerimos que las vitaminas y minerales lleguen a nuestro cuerpo de manera externa, ya que NO podemos sintetizarlas o crearlas nosotros mismos. Lo fantástico al respecto es que la naturaleza se ha asegurado de proveernos las cantidades necesarias, en los empaques perfectos y en condiciones idóneas.
¿Y de qué productos estoy hablando? Pues nada más y nada menos que de las frutas y las verduras. Así es, la mayor parte de las vitaminas y minerales están contenidas en nuestros vegetales amigos.
Tenemos que tener mucho cuidado al consumir suplementos o complementos alimenticios o multivitamínicos, debemos estar ciertos de su procedencia, elaboración y de que cumpla con la NOM. Por su parte, lo ideal es que su ingestión sea recomendada por tu doctor de cabecera o nutriólog@ ya que así estaremos seguros de que realmente lo necesitas.
Existen casos en los que se requiere suplementar la dieta con algún multivitamínico por qué existe alguna condición específica que lo demanda, por ejemplo: durante el embarazo y la lactancia materna, alguna enfermedad que este ocasionando mala absorción de nutrientes o pérdida del apetito o las personas que siguen una dieta vegetaría estricta, por mencionar algunos.
Aún en estos casos, los suplementos no “suplen” una buena alimentación, ya que los alimentos son el vehículo perfecto para los macro y micro nutrimentos que nuestro cuerpo requiere y más bien estos multivitamínicos actúan como un “complemento” a lo que se está ingiriendo y que, por alguna razón (de las que ya mencione), no está siendo suficiente y se requiere adicionar la dieta.
Por otra parte, si tu llevas una dieta balanceada y decides tomar alguno de éstos suplementos puede ser que lo único que estés obteniendo es una orina muy cara, ya que nuestro cuerpo no crea grandes almacenes de éstos micronutrimentos, más bien utiliza lo que necesita y lo demás lo desecha por medio de la orina.
Entonces, ¿CUAL ES EL RIESGO DE TOMARLOS SI SE DESECHAN?
El problema es que su procesamiento requiere trabajo extra por parte de nuestro hígado y de los riñones también; y si esta situación persiste puede atraer problemas de salud, no sólo para dichos órganos sino también migrar a enfermedades más graves por la “hiper suplementación”.
En conclusión, hay que ser cautelosos y consultar siempre con un experto antes de tomar cualquier tipo de suplemento, por más natural que te parezca, aún más si sufres de alguna enfermedad o estas tomando algún tratamiento médico, ya que no conoces si esto puede interferir de manera dañina.