LO DIFICIL DE SER MADRE / PADRE
Acaba de pasar el 10 de Mayo y claro que ese día se habla de todo lo hermoso y heroico que es ser madre, se adorna tanto este hecho que con frecuencia es difícil hablar de lo angustiante de ser madre. Al ser madre y tener hijos que pasan por diferentes edades, estoy segura de que habrá muchas cosas que son difíciles de vivir, como el hecho de dormir muy poco, no tener privacidad y a veces ni tiempo para estar en el baño, entre otras muchas cosas.
En mi opinión hay dos situaciones que atormentan tal vez a todas las madres y/o padres de forma silenciosa y continúa, y como de esto rara vez se habla, pues se convierten en torturas silenciosas, cargas invisibles que complican el ser madre y/o padre.
Una de esas torturas es la DUDA ETERNA de estar cumpliendo bien la responsabilidad de ser madre/padre… formar a un ser humano con valores y al que debes enseñarle lo necesario para ser feliz, responsable, honesto, etc. No es tarea fácil y si a eso le agregamos que nos toca negar un permiso, lidiar con su enojo por que no le permites jugar más tiempo en su video juego, aguantar sus reclamos por lo injust@ que eres, son motivo suficientes para que te cuestiones si estas siendo muy permisiv@ o demasiado cruel y en caso de que estés siendo muy permisiv@, tu imaginación vuela viendo el riesgo de ver a tu hij@ en malos pasos y/o actitudes poco convenientes y si estas siendo muy estrict@, la culpa de estarle generando sufrimiento innecesario te consume. Esto sin considerar los comentarios de la pareja, familiares, maestros y/o amigos que pudieran llegar a hacerte comentarios que te llevan a dudar aún más.
En resumen, no tener la certeza de que eres un buen padre/buena madre, es un temor-angustia que con frecuencia genera crisis importantes que la madre y/o padre, tendrá que lidiar consigo mismo o con personas muy cercanas.
Cuando esto sucede, cuando estos miedos-angustia se comparten con cercanos, generalmente dan luz y ayudan a pensar en voz alta, tener con quien sacar ese sentimiento y poder hablar de ello, ayuda de manera importante, disminuyendo el mido o la culpa y al disminuir estas emociones llega la claridad de lo que debes hacer para ayudar a tu hijo.
La segunda tortura silenciosa que cargan muchos padres y/o madres, es menos platicada que la anterior, pero creo que es tan frecuente o tal vez más que la anterior y yo la llamo FANTASIAS CATASTROFICAS, son todas estas ideas, presentimientos, pensamientos que giran alrededor de que algo grave le pase a tu hij@ y muera.
Cuando estudié psicología, recibí una explicación que ahora como madre me cuesta trabajo aceptar. (El psicoanálisis refiere que es un deseo inconsciente de que realmente el hijo desaparezca y deje de causar complicaciones en la vida del padre).
Ahora, después de 16 años de ser madre y 23 años de escuchar a padres y madres, me doy cuenta de que es el temor de perder al ser amado y ese deseo de VER más allá de lo evidente lo que puede pasar y por lo tanto busca prevenir situaciones fatales.
En mi experiencia como madre, solo puedo compartirles que tener a alguien de confianza para hablar de esto, ayuda de formas insospechadas, saber que el padre de tus hijos también tiene esos pensamientos y que tu hermana o tu comadre también los tiene, ayuda a que te sientas una madre y/o padre normal (no estás loc@), y claro que también ayuda a escucharte a ti mism@ y descubrir estrategias (rezar, cantar, platicar) que seguramente te ayudarán a callar esas voces o imágenes que te roban la tranquilidad.
Es muy probable que platicando con otras personas también te compartan sus estrategias para disminuir el miedo-angustia que estas situaciones les causan y a identificar cuando esa voz puede ser tu sexto sentido avisándote de un peligro hacia tu hij@.
Será fácil que descubras la diferencia entre un aviso y ese miedo sin fundamento si eres honest@ contigo y te platicas estos temas.
Nuestra tarea como padres es formar hijos sanos, seguros, felices y con valores,… no es fácil, pero en la medida en que busquemos con quien compartir experiencias, nos enriqueceremos y enriqueceremos a otros papás.
Somos papás no somos Dioses, fallamos y necesitamos apoyo, eso no nos hace menos padres, ni menos eficientes.