El origen de la obesidad (II parte)
En el artículo pasado estuvimos revisando algunos de los factores que originan o contribuyen a que una persona desarrolle la tan desafiante enfermedad que es LA OBESIDAD.
Y como bien estuvimos revisando es mucho más compleja, de lo que a simple vista parece, de hecho exist…en un buen número de personas que siguen intentando culpar a su obesidad a un particular factor: EL ENDOCRINO.
Entre las alteraciones endocrinas que se asocian con el desarrollo de obesidad se encuentra el síndrome de ovarios poliquísticos, el hiperinsulinismo, el síndrome de Cushing y el hipotiroidismo, siendo estos los más relevantes, aunque hay que destacar que proporcionalmente hablando, ocupan un sitio pequeño en la prevalencia de obesidad en la población, es decir son muy pocos los casos en los que la obesidad se origina por este tipo de causas.
Por otra parte, existen personas que consideran que el origen de la obesidad es muy simple: “son gorditos porque comen mucho”, sin embargo no siempre es así de sencillo. El que los individuos ganen o pierdan peso está determinado por el equilibrio entre el aporte de energía (alimento) y el consumo de energía, ciertamente.
La estrecha correlación que existe entre el gasto de energía y la masa corporal magra indica que las personas de más peso deben ingerir más alimento en promedio para suministrar el exceso de energía necesario para la ganancia de peso.
Aquí, me gustaría que hagamos una reflexión, las personas obesas tienden a subestimar su toma de alimento en un 50% o más. El individuo obeso que dice comer poco probablemente no está siendo consciente de forma precisa la cantidad de alimentos que esta ingiriendo, es decir, piensa que está comiendo menos, cuando realmente está comiendo en exceso.
La sobrealimentación puede ocurrir en cualquier etapa de la vida, pero por lo que respecta a la obesidad, su inicio en los primeros meses de edad puede tener particular importancia. En investigaciones recientes encabezadas por el grupo de Barker en Inglaterra se ha sugerido que la desnutrición intrauterina predispone al feto a sufrir enfermedades crónicas (obesidad, hipertensión, diabetes mellitus) en la vida adulta.
El estilo de vida actual tan agitado, el estrés, el fácil acceso a la comida y el sedentarismo son los PRINCIPALES contribuyentes a la epidemia mundial de la obesidad. La disminución en los patrones de actividad física en los países desarrollados, e incluso en las naciones envías de desarrollo como nosotros, han contribuido de manera notable al escalamiento del problema de la obesidad.
Entre las razones de esta situación están la disminución de la actividad física en gran número de trabajos (con sus excepciones), los equipos automatizados que ahorran trabajo físico y la disminución en el tiempo de esparcimiento. La televisión, los juegos de video y la computadora (internet) han influido en promover el sedentarismo tanto en niños, jóvenes como en adultos.
Por último, pero para nada menos importante, están los factores psicológicos. Las pertubaciones emocionales en ocasiones precipitan la sobrealimentación y acompañan a la obesidad. En individuos obesos se han observado casi todos los tipos de trastornos psicológicos, incluidos la ansiedad, la culpa, la frustración, la depresión y los sentimientos de rechazo y vulnerabilidad. Sin embargo, no se ha atribuido a la obesidad ninguna personalidad o trastorno psiquiátrico característico.
En general, la psicopatología que acompaña a la obesidad no es considerada como la causa primaria de la misma, aunque sí es de gran importancia detectarla para poder dar una correcta orientación que apoye al plan de alimentación.
La obesidad es una de las enfermedades más estudiadas en la actualidad por la comunidad científica, y sin embargo, siguen muchas interrogantes a su alrededor, sobre todo aquellas que den respuesta a la FORMA o el camino para lograr que los pacientes puedan lograr pérdida de peso sostenida y lo mantengan.
Aún así, espero que toda esta información te sirva a ti mamá, a ti papá para que puedas, desde tu entorno familiar, ir atajando los factores que tu consideres que puedan poner en riesgo a alguno de los miembros de tu familia. Como siempre la información es nuestra herramienta más valiosa para la prevención.