¿QUE ES LA VIOLENCIA?…
Pareciera que la respuesta es obvia, todos hemos vivido o en carne propia o de manera muy cercana la violencia, vivimos una época que pareciera que es el pan de cada día, l@s que se trasportan por cualquier medio, l@s que trabajan en la oficina, l@s que trabajan en casa, l@s que van a la escuela, etc.
La situación es que en la mayoría de las ocasiones ya no lo identificamos, la violencia ha ido incrementando y ha permanecido tanto tiempo que en muchas situaciones la vivimos como normal.
En esa línea, Olivier Clerc, en su obra más conocida: “La rana que no sabía que estaba hervida”, nos invita a una reflexión acerca del modo de vida actual y sus posibles consecuencias.
FÁBULA “LA RANA QUE NO SABÍA QUE ESTABA HERVIDA”
Una cacerola llena de agua fría en la que una pequeña rana está nadando.
Se enciende un pequeño fuego que va calentando el agua lentamente.
Poco a poco, el agua se va poniendo tibia.
La rana encuentra la situación muy agradable y sigue nadando muy a gusto.
La temperatura del agua va subiendo…, empieza a estar caliente,…. bastante caliente.
La rana ya no goza como antes, se siente un poco cansada, pero no por eso se asusta.
La temperatura sigue subiendo…. cada vez más…., está muy caliente.
La rana comienza a encontrar la situación desagradable, pero está tan débil que decide seguir aguantando sin hacer nada.
La temperatura continúa subiendo aún más, mucho más,….
Hasta que llega un momento en que la rana termina…. cocinándose y muriendo.
La violencia en las relaciones se presentan de forma tan sutil en un inicio y es tan “inofensiva” incluso graciosa (bromas, chistes, “carrilla”), que es permitida y quien no aguanta es mal visto. Pero una regla de la violencia es que siempre se presenta en escalada, por lo regular va de menos a más y cuando menos acuerdan las personas están en una cacerola de agua hirviendo.
¿CUANTA VIOLENCIA TOLERAS TU EN TU MEDIO?
¿CUANTA VIOLENCIA GENERAS TU?
Aquí te dejo un termómetro para que lo observes y te revises.
Recuerda… LO QUE SE NIEGA, NO SE CURA.
¿QUE TAN VIOLENT@ ERES?
Todos sabemos que la violencia puede ser encubierta, es decir,pasiva, los típicos “chin… quedito” o abierta (agresiones físicas y/o verbales) ; que puede ser intencional o accidental, etc. etc. Todos en mayor o menor medida tenemos información acerca de la violencia.
Pero la violencia es mucho más que tener conocimiento de ella. Uno de los problemas de la violencia y que el día de hoy te quiero compartir es LA INCONSCIENCIA, es decir, que tan conscientes somos de la violencia que generamos y de la violencia que toleramos. Estando en consulta con frecuencia veo esta situación y escucho frases como… “Si le pego a mi hijo, pero lo normal”, “mi pareja me grita y dice que no sirvo para nada, pero es que es huérfano desde muy pequeño” “Si, es un niño que molesta en la escuela, pero es lo de día a día, nada fuera de lo común”… Te tal manera que pareciera que una de las razones por las que la violencia se está incrementando es porque la integramos en nuestras vidas como algo “normal”. Sin darnos cuenta que somos actores de la violencia; para muchos es difícil aceptar que son víctimas y mucho más difícil aceptar que la generan.
Cuando encontré la foto que te compartí ayer el VIOLENTOMETRO, (La descubrí hace como un año) fue confrontador para mí, porque fue entonces que me di cuenta de que TODOS somos actores de la violencia, ya sea como receptores de ella y/o como ejecutores; y si reviso a lo largo de mi vida… encuentro que hay momentos en que fui violentada… pero hay otros en los que violenté. Aceptar esto no fue fácil, pero también te puedo compartir que me ha ayudado a estar más consciente y más alerta de mis “formas o estilos” de ser violenta o agresiva, hacia mí misma o hacia los demás.
Recuerda que lo que se niega no se cura. Y en la medida en que aceptes tus estilos y tus niveles de ser violent@ podrás modificárlo, si lo niegas y siempre justificas tu actuar en relación a los demás, difícilmente podrás cambiarlo.
Psicológicamente hablando ¿QUÉ ES LA SOMBRA?…
SOMBRA es el aspecto inconsciente de la personalidad, caracterizado por rasgos y actitudes que el Yo consciente no reconoce como propios, es mas fácil verlos y criticarlos en los demás, de ahí la frase “¿Que tienes de mí, que me caes tan gordo?” o “Si te choca… te checa”.
«La figura de la sombra personifica todo lo que el sujeto no reconoce y lo que, sin embargo, una y otra vez le fuerza, directa o indirectamente, así por ejemplo, rasgos de carácter de valor inferior y demás tendencias irreconciliables».
C. G. Jung,
La sombra se muestra simbólicamente a través de representaciones como la serpiente, el dragón, los monstruos y demonios, entre otras muchas.
¿Te suena conocida de algún cuento?
Los cuentos tienen muchos elementos psicológicos para analizar… En la medida en que el príncipe o la princesa se enfrenta y vence al dragón, serpiente, monstruo, etc. logra “liberarse” y es feliz. Es decir, en la medida en que volteamos a ver nuestros monstruos, los reconocemos y encontramos la manera de neutralizarlos, disminuirlos o matarlos.
La sombra es la parte que no reconoces de ti, porque es oscura, y lo oscuro es “malo” y el ego dice que: Tú eres una gran persona, muy buena, muy generosa y cuando se asoma la posibilidad de aceptar una debilidad, un error, un rasgo de violencia… en automático es descalificado y descartado.
La violencia es finalmente algo muy malo, es malvado, es indeseable, etc. Entonces cómo se supone que vamos a poder aceptarla dentro de nosotros, si es algo tan terrible y oscuro. Esta es parte de nuestra sombra y te tengo una noticia… También somos eso. Mientras evitemos voltear a verla y aceptarla… ¿Cómo se supone que la vamos a controlar, neutralizar, disminuir o matar?
En la medida en que te atreves a ver tu sombra, aceptas puntos ciegos de tu personalidad, que te ayudan a cambiarlos o cuando menos a saber que están ahí. Finalmente el objetivo de este escrito es decirte: “No te preocupes por no ser perfecto, tienes derecho a tener errores y defectos”. En la medida en que aceptemos estas partes oscuras de nuestra personalidad, seguramente nos sentiremos más humanos, menos Dioses.
Escribiendo esto recordé una frase de Oscar Wilde y con esta termino….
“Todo santo tiene un pasado y todo pecador tiene un futuro”.
Espero que esta reflexión te sea de utilidad.
Psic. Margarita Guerra.