PREVINIENDO LA OBESIDAD INFANTIL
La obesidad infantil en México ha alcanzado niveles desafortunados y ahora nos hemos convertido en el país número uno a nivel mundial en esta enfermedad pediátrica. La invitación no es a preocuparnos sino a OCUPARNOS y prevenir que esto le suceda a nuestros pequeños. La obesidad infantil la diagnostica un especialista, debe basarse en el índice de masa corporal [IMC]. Otras formas de diagnosticarla son por medio del índice nutricional [IN] y/o el índice del pliegue cutáneo tricipital [PCT].
Entre sus principales causas encontramos:
• Factores genéticos (Familiares obsesos)
• Factores psicológicos (Situaciones que detonan ansiedad, angustia, desesperación y el niño aprende a disminuir esta sensación con comida).
• Factores nutrimentales (alimentación del niñ@)
• Factores ambientales o ambiente “obesiogénico” familiar y social. (Se refiere a costumbres propias del lugar o de las familias que generan ingesta abundante de comida).
• Estilo de vida sedentario. (Hay niños que no buscan el movimiento de forma regular, prefieren las actividades sedentarias, como estar frente al t.v. o cualquier pantalla).
• Y también existen niños que su obesidad se desarrolla por causas desconocidas (pero esto afecta a muy pocos pequeños).
Por otra parte, existen ciertos de ambientes familiares que propician obesidad infantil, estos presentan las siguientes características:
• Ineficiencia en los límites establecidos. (El niño puede comer lo que sea a la hora que sea, no hay limite en cantidades).
• Desorganización familiar (Hay familias en las que es difícil detectar a la(s) autoridad (es).
• Separación madre-hijo (Cuando la relación entre madre-hijo es conflictiva y con pocas herramientas para resolverla o llevarla)
• Cuidado del niño por terceros.
• Depresión materna
• Negación de la anormalidad del crecimiento del niño. (La familia lo ve como algo normal que todos viven, entonces no hay porque alarmarse o preocuparse, es «normal».)
• Hostilidad contra los profesionales de la salud y seguimiento médico inconsistente. Esto quiere decir que, ante la negación de los padres frente al problema de su hij@, los papás se tornan hostiles o “enojados” con el personal médico que trata de orientarlos, actitud que, por supuesto, no ayuda. Independientemente de la afectación del aspecto físico del niñ@, existen enfermedades peligrosas para la salud infantil asociados a la obesidad: En los niños se ha asociado a complicaciones específicas como: autoestima baja, desórdenes depresivos, apnea del sueño, presión alta, ateroesclerosis y diabetes mellitus 2. Las opciones de tratamiento médico para la obesidad infantil son limitadas: por esto es básico PREVENIR que se desarrolle.
Se puede disminuir la ingestión de alimentos, pero nunca de manera excesiva y siempre asesorado por un nutriólog@ capacitado ya que se debe cubrir los requerimientos totales para el adecuado crecimiento del niño. ‣ PRINCIPAL OBJETIVO: modificar hábitos y conductas alimentarias y la activación física. ‣ IMPORTANTE: no pastillas, ni remedios mágicos (esto pone en riesgo la salud y adecuado crecimiento de tu hijo o hija).
EL APOYO QUE LOS PADRES PROPORCIONEN ES FUNDAMENTAL: • Requieren de enseñanza nutricional. • Terapias para cambios en el comportamiento y hábitos. • Cambios en el estilo de vida + activación física.
Si consideras que tu hij@ podría tener algún problema de sobrepeso u obesidad no trates de poner remedio por tu cuenta, está de por medio el adecuado desarrollo y crecimiento de ese pequeñ@, consulta a un profesional de la salud al respecto.
Y recuerda… hoy comienza el fin de semana, no aflojes el paso, cuida lo que comes y comparte esta información con tus amig@s!
Nutrióloga Susy Arroyo.