«NO LLORES».
Mtra. Danitza Covarrubias
Cuando un bebé, un niño pequeño o un amigo comienzan a llorar la frase que nos
Viene casi en inmediato es «no llores». Y entonces le pedimos al otro que no nos mueva nuestras emociones con su llanto. La angustia -con un bebé o un niño-, la tristeza con un amigo. O el dolor que tenemos dentro atorado y que no nos damos permiso de sanar. Porque otros, como nosotros, nos dijeron «no llores».
Más el llanto es como la lluvia, necesaria y natural. Nos limpia, nos «hidrata» el alma, -contrario al efecto físico-.
Cuando un nene llora porque su mama se ha ido necesita dar espacio a llorar, le duele que se vaya. Después, cuando ha llorado puede jugar.
Los adultos también después de llorar podemos dar el pasó a lo siguiente.
Como dice la frase: hay que llorar, para vaciarse del dolor, y dejar espacio para la
Alegría.
Y tu, te das permiso de llorar?
Puedes estar con alguien más llorando y acompañarle?