BENEFICIOS DE TENER RUTINAS…
Con frecuencia escucho la necesidad de muchas personas de irse de vacaciones o de que llegue el fin de semana para romper con la rutina. Y efectivamente romper rutinas nos lleva a bajar la guardia, dejar los deberes y hacer cosas que nos agradan y no son obligaciones. Pero entonces… porque nos metemos en rutinas si son tan desagradables… Ayudan en algo a los chicos?
La respuesta es SI, la rutina ayuda mucho más de lo que tal vez creemos en el desarrollo emocional de los chicos y genera estabilidad emocional a los adultos de cualquier edad.
– Las rutinas ayudan en la formación de valores.
Al repetir de forma continua una conducta como tender la cama, desarrollará el valor de la responsabilidad, el orden y la limpieza.
– Ayuda a que el niño vaya asimilando un esquema interno que convierte su mundo en un lugar predecible y por lo tanto, seguro.
Cuando el niño sabe que al despertar tomará el desayuno y se irá a la escuela y después algunos días (ya estipulados) pasará abuelita y otros mamá y después comerán en casa de … y después irán a… Esto hace que el niño se sienta seguro.
– Proporcionan seguridad y control sobre el entorno.
Esta necesidad de seguridad y control, son los que hacen que los niños en general pregunten de forma continua ¿Y después que haremos… y de aquí, a dónde vamos?, etc.
– Les ayuda a predecir acontecimientos.
Tener una rutina les ayuda a saber lo que sucederá después de cenar y más cuando saben que no es negociable, deben lavarse los dientes y acostarse a dormir.
– Les da estructura en su vida diaria.
– Les ayuda a desarrollar pensamiento organizado y esto les ayudará a resolver conflictos o problemas de forma organizada. Incluso a usar un cuaderno de forma organizada.
Tener una rutina les genera un esquema del día en sus cabezas que ayuda a organizar y a planear, incluso negociar pidiendo cambios que son lógicos, por ejemplo: Y si en lugar de ir a comer a casa de la abuela, vamos a las hamburguesas?
– Incrementa la autonomía y confianza.
Los niños que son seguros en si mismos, no tendrán problema en sentirse con más confianza en los demás y en sí mismo y esto repercute de forma directa en la autonomía, es decir, su capacidad para resolver sus problemas y valerse por sí mismos.
Por todas estas razones, a partir de hoy te invito a que revises tus rutinas y las de tus hijos, procura que sean lo mas estables posibles y que ellos estén enterados de lo que sucederá. Así evitarás (en la medida de lo posible), las continuas preguntas ¿Qué haremos, de aquí a donde?, etc.
Solo recuerda que esas preguntas son su necesidad de estabilidad y seguridad. Ármate de paciencia.
Psic. Margarita Guerra