«Oigo el canto del pájaro, no a causa de su trino, sino del silencio que le sigue»
Yane Noguchi. Fuentes de sabiduría Oriental.
Todos los sonidos, tienen un sentido, aprender a escuchar, es la clave para conocernos.
Quiero hablarles un poco, acerca de lo que es la Yoga.
Yoga, es una técnica muy antigua proveniente de la india, hecha para combatir, las causas de sufrimiento y lograr la armonía y por ende la felicidad; pero no olvidemos que la felicidad está dentro de nosotros mismos; no te la puede dar nadie, ni tu esposo, ni tus hijos, ni tu amigo, no la encontraras, porque tú la vas elaborando en tu corazón, y debido a ello es que tú puedes brindarla a los demás; no puedes ofrecer algo que no tienes. Muchas veces, culpamos a los que están a nuestro lado y decimos: Es que tú no me haces feliz, tú me haces llorar, o tú me tratas mal. Nosotros, decimos con nuestras acciones, como queremos ser tratados.
Se dice que vivimos de manera fragmentada, que nuestras partes están divididas por nuestras preocupaciones y tendencias y hay que unirlas… practicar Yoga, nos ayuda a hacerlo.
Yoga significa: UNION DEL CUERPO CON LA MENTE.
Hacemos posturas llamadas ASANAS.
Cantamos MANTRAS, los cuales son, una vibración sonora que nos ayuda a liberar nuestra mente de sus ataduras.
Se hacen MEDITACIONES, ESTIRAMIENTOS, y RESPIRACIONES, y todo este conjunto de cosas, enriquecen cada pedacito de nuestro cuerpo, nuestra mente, y nuestra alma.
¿QUIEN PUEDE PRACTICAR YOGA? Todos podemos, no es simplemente una clase, es un estilo de vida, por eso comencé hablando del sonido; escuchar nuestro cuerpo, escuchar a nuestro corazón, y hacerle caso para transformar lo negativo por lo positivo.
¿PUEDO HACER YOGA SI SUFRO DE DOLOR DE ESPALDA? Por supuesto, pero hay que tener precaución, pues existen diversos tipos de Yoga; entre ellas, existe, la Yoga terapéutica y la aeroyoga. Estos dos tipos, nos ayudaran a prevenir y hasta curar lesiones de espalda; no nos asustemos con el nombre, los maestros tendrán el especial cuidado de guiarte correctamente para no lastimarte, sobre todo con estos tipos de Yoga cuyo fin es terapéutico.
Las prácticas de Yoga más comunes en México son: Hatha Yoga, y Kundalini Yoga, se ha introducido poco a poco, Ashtanga Yoga, y de un tiempo para acá, esta Bikram Yoga, que consiste en una serie de 26 de las 84 posturas del Hatha Yoga, durante una sesión de 90 minutos a 42° C ; necesitaras estar muy bien hidratado, si quieres practicarla, y tener cuidado, puesto que tus músculos con el calor, se vuelven flexibles, y alcanzaras más facilmente las posturas deseadas, pero si no estás acostumbrado, puedes llegar a lastimarte, y no sentirlo al momento, sino hasta después, cuando tus músculos se enfríen.
Por otra parte tenemos, el Kundalini Yoga, nos ofrece respiraciones diversas, asanas sencillas pero valiosas para nuestros organos internos; equilibra nuestros chakras (Chakra es una palabra sanscrita que significa circulo) y estos son los centros psíquicos del cuerpo, que rigen distintos aspectos de nuestra vida), y mediante mantras cantados, se llega a una relajación profunda.
Es muy importante comentarles que cuando hacemos la vibración del sonido del mantra, y hacemos meditaciones, puedes llegar a desaparecer de tu memoria, capítulos de dolor vividos años atrás, mientras más tiempo meditas, mas felicidad agregaras a tu vida. Cuando estás meditando y llegan pensamientos a nuestra mente, no intentes frenarlos; déjalos que lleguen y es muy probable que no te des cuenta cuándo se fueron.
También puedes solo meditar, sin hacer Yoga, hay muchos lugares donde solo asistes a esta práctica, durante una hora aproximadamente, y logras beneficios enormes, relajas cuerpo y mente, eliminas el estrés, alejas preocupaciones y adquieres una paz, que va quedándose dentro de ti, y te ayudara a ser mejor persona, mejorar tus relaciones contigo mismo, y con los demás. Te sentirás de maravilla y te darás cuenta que cada día puede tener un color distinto, con más tranquilidad para afrontar cualquier situación, logrando más fácilmente tu equilibrio.
Es indispensable, hacer química con tu maestro de Yoga; si observas que solo dirige, como loquito la clase, y no cuida de tus posiciones, no analiza tu equilibrio, dentro de ella; salte corriendo de ahí; la conexión con quien dirige la práctica, la notaras, cuando te sientas integrado al grupo, y te sientas escuchado, atendido, y respires la armonía del espacio, ya que también el lugar será importante que te haga percibir una sensación cálida y relajante, tú lo iras reconociendo y estarás como pez en el agua ¡ya lo veras!.
Así que… ¡ Manos a la obra! y sigamos en armonía.
Sat-Nam
Regina Ochoa. Terapeuta Floral.