Psic. Margarita S. Guerra Paredes.
En muchas ocasiones he escuchado a mamás o papás hablar de que ven a sus hijos tan inteligentes que aunque saben que sus hijos no tienen edad para algunas cosas los dejan ver películas inadecuadas y lo justifican diciendo “él me lo pidió y yo lo veo tan inteligente”… y entonces hay niños de cinco años que ya vieron “chuky” o ven series de zombies o les permiten escuchar platicas que son de adultos, y hay niños de seis o siete años escuchando problemas/discusiones de adultos, divorcios, embarazos, abusos, traiciones, etc.
Es muy importante que logremos diferencias entre inteligencia y madurez.
La inteligencia y la madurez NO van de la mano, no son paralelas, ni son correspondientes, es decir, un niño de cinco años puede tener la inteligencia suficiente para saber que están por un camino conocido y que lleva a casa de alguien conocido o para cuestionar a sus padres acerca de lo que dijeron X día y lo que hacen actualmente, pero no tendrá la MADUREZ para cruzar una calle, ya que se necesitan habilidades físicas y emocionales que no tiene.
La madurez se refiere a la capacidad para tomar decisiones considerando el entorno y la afectación que al mismo entorno y a uno mismo le puede generar en el momento presente y en un futuro.
Si una persona de cualquier edad decide salirse de su casa tendrá que valorar muchas variables, como la situación económica (pago de renta, luz, comida), la emocional (como se sentirá ella, que generará en las personas cercanas a ella y cómo lidiará con esa situación), social (cómo la verán los demás y tendrá que valorar si podrá lidiar con dicho peso), etc. De tal forma que un adolescente no puede decidir qué tanto afecta o afectará en su vida salir con alguien que se droga o que comercia con droga. Ni un niño de cinco años podrá determinar si ver la película de Chuky es un acto amoroso o no para él. Aunque tenga la inteligencia para observar, analizar, cuestionar, expresar y muchos etc. No tiene la madurez para elegir y para saber lo que está bien para su edad y la forma en que esta situación lo afectará emocionalmente.
Algunas razones por las que algunos padres permiten que sus hijos vean, escuchen o vivan situaciones que no son adecuadas para su edad son:
– Ignorancia: No sabían que dicha situación podría afectarles emocionalmente. He atendido en terapia a muchos niños con miedo a estar solos sobretodo en la noche, porque vieron películas de miedo que no eran aptas para su edad y esto les quita independencia y sobretodo tranquilidad.
– Comodidad y falta de madurez: Para muchos padres es más fácil dejar de pelearse con el niño o adolescente y que el haga lo que quiera. Es mucho desgaste estar luchando emocionalmente contra algo que el chico quiere y no es adecuado para él. Cuando esto sucede es obvio que los padres tampoco tienen la madurez para visualizar el mal que a futuro le están generando a su hijo y que finalmente les terminará afectando de forma grave. Y tendrán que asumir consecuencias mucho más fuertes que el aguantar las discusiones de un permiso no dado porque no es el momento.
Los medios de comunicación y las pláticas de los compañeritos tal vez lo lleven a preguntarte cosas y no se trata de que le niegues o le ocultes información, solo de que le des respuestas cortas, concretas y verdaderas, se trata de que cuando te pida que le pongas X película porque sus amiguitos ya la vieron, puedas resistir su insistencia y estar clara de que a la larga le estás generando un beneficio.
Si tienes dudas, acerca de lo que puede o debe hacer tu hijo a su edad… INVESTIGA, porque también está el extremo en el que se sobre-protege al niño/joven y esto le impide madurar y tomar seguridad en sí mismo.
Todo a su tiempo, todo en su momento.