ELIGE TUS BATALLAS CON TU ADOLESCENTE
Psic. Margarita S. Guerra Paredes.
Es indudable que tener adolescentes demanda intensidad en atención y en desgaste de energía, te invito a reflexionar en lo que estas invirtiendo o gastando tu energía con tu adolescente.
Con frecuencia escucho a los padres de adolescentes quejarse de sus hij@s y decirles:
“Súbete ese pantalón… eso no es música que horror… quítate el pelo de la cara y péinate bien…”, podría continuar con un sin fin de comentarios, pero creo que estos son suficientes para ilustrar a lo que me refiero.
Si partimos de la idea de que para un adolescente es vital PERTENECER a un grupo y ser aceptado, su tendencia será a peinarse, hablar, escuchar música y vestirse como ese grupo. No importa si ese grupo lo forman tres chavos o es toda una comunidad. El hecho de que tú como padre intentes decirle que se suba el pantalón, que no escuche esa música, que no se corte así el cabello lo que le estas diciendo es “no me gustan tus amigos, por lo tanto te rechazo a ti”. Recuerda que para él/ella son uno mismo. Pon esta ecuación en tu cabeza… Hij@ adolescente = amigos= estilo de vestir, hablar, peinar, música y deporte o no deporte. Por lo tanto, si rechazas su estilo de vestir, rechazas a sus amigos y lo rechazas a él/ella.
Rechazar lo anterior es equivalente a que le digas a un niño de cuatro años que no vea caricaturas, que no sea inquieto y que no haga tantas preguntas.
Es probable que te preocupe mucho la apariencia de tu hij@ adolescente porque tu como papá/mamá tienes prejuicios y supones que eso implica la imagen de los valores que has inculcado en él/ella. Y partiendo de esto es que puedes elegir las batallas que SI quieres librar con tu adolescente. Si partimos de la palabra «valor», considero MUY importante que te enfoques en supervisar y estar al pendiente de:
– Tareas (supervisarlo mediante calificaciones y reuniones sorpresa con maestros a mitad del bimestre).
– Puntualidad al hacer uso de permisos.
– Responsabilidad al cumplir con sus tareas en casa.
– Respeto al tocar para entrar en una habitación, decir gracias, pedir por favor, referirse a sus hermanos por su nombre, no decir palabras inadecuadas en el hogar o frente a personas mayores, etc.
– Honestidad. Es un valor que se detecta a lo largo de todo lo anterior cuando lo descubres en una mentira o en una verdad y te da luz verde o luz roja para analizar este valor.
En fin, te sugiero que elijas librar las batallas que son de BASE, no desperdicies tu energía y tu atención en la figura, en la pantalla. No es formativo y desgastará mucho tu relación con tu adolescente y pensando que logras controlar su forma de vestir, peinarse y etc. Hacer esto le generará inseguridad y la costumbre de buscar quien siga gobernando su vida, el problema es que terminará encontrandol@ y casándose.