TU PASADO Y SU PRESENTE.
Psic. Margarita Guerra.
Cuando acompañamos a nuestros hijos en su desarrollo, no caminamos solos, caminamos con una historia que podría ser un bastón de apoyo o podría ser un lastre que nos impide caminar ligero al lado de ellos.
Muchos papás/mamás, suelen pensar “mi hij@ no vivirá lo que yo viví” y esta premisa es TOTALMENTE CIERTA. Pero no es real porque se diga, es real porque nunca nadie vivirá lo que tú como padre/madre viviste en tu infancia. Tu infancia tuvo circunstancias sociales, familiares, biológicas que es imposible que tú historia se repita.
Si lo que tú quieres es que tu hij@ no viva las carencias o golpes o ausencias o etc. Eso sí lo puedes controlar. Y para poder hacerlo bien te sugiero que revises:
– Escribe o piensa en “eso” que no quieres que tu hij@ viva, resúmelo en conductas específicas y ponles nombre. Por ejemplo: No quiero que viva golpes= maltrato… No quiero que viva carencias= hambre, etc. Esto te ayudará a no generalizar y por ejemplo negarle un dulce o una pulsera porque no es el mejor momento o no se la ha ganado sin sentir culpa o sin sentir que te estas traicionando porque ya estas generándole ese sentimiento de carencia.
– Si todavía te duele lo que viviste en tu pasado, es tiempo de que lo acomodes y recicles tus recuerdos acerca de eso que no quieres repetir con tu hijo. Eso te ayudará a ver lo bueno de lo que te paso, a perdonar y por lo tanto a no pendulear.
– Pendulear: Acto compulsivo que se refiere a generar exactamente lo contrario que te lastimó, pero que terminará lastimando igual a tu hij@. Recuerda que los extremos terminan uniéndose. Tu tarea es buscar el justo medio.
Finalmente, mientras tengas claro que es lo que NO quieres que tu hij@ sufra y mientras hayas trabajado en el perdón a ti, a tus padres a las circunstancias. Tienes más posibilidades de no pendulear y formar a tus hijos con mas ecuanimidad.