LA IMPORTANCIA DEL RECONOCIMIENTO.
Psic. Margarita S. Guerra Paredes.
Hace algunos años (cerca de 25 años), un especialista me dijo… “por cada castigo, regaño o llamada de atención corresponden siete reconocimientos, felicitaciones o aprobaciones a un niño”. (Yo trabajaba como maestra de psicomotricidad en una escuela para chicos de lento aprendizaje).
Nunca pude seguir esa regla. Pero con los años me queda claro que el mensaje es: HAZLE SABER A TU HIJ@ QUE LO QUE HACE BIEN ES MÁS IMPORTANTE Y VALIOSO QUE LO QUE HACE MAL.
Esta regla me parece que es LA regla de oro en las relaciones interpersonales, es decir, es valiosa con los niños, pero es igual de valiosa entre los adultos. Con frecuencia cuando un adulto ha hecho su mejor esfuerzo para agradar a la familia con un platillo o al jefe con una tarea laboral y el resultado son críticas o ignorar el resultado, la sensación es desagradable y variará de acuerdo a la personalidad de cada quien, podrá haber reacciones de enojo, de tristeza, de frustración, etc. Para los niños y los adolescentes no es diferente, ellos necesitan saber que tú como papá/mamá los volteas a ver y apruebas y reconoces sus logros y sus esfuerzos. Con frecuencia en terapia más de un niñ@ me ha dicho, para que lo hago?, nunca esta content@ con lo que hago.
Desgraciadamente vivimos en una sociedad en la que hemos aprendido a ver el punto negro en la pared blanca. Y con frecuencia escucho a mamás que dicen: Pues si me ayuda, PERO no lo hace tan bien… Pues si se acomide PERO no todos los días. Esta forma de reconocimiento no es válida. No cumple con el objetivo de mostrarle al otro lo que valoramos en su hacer, en su decir.
Siempre que usamos el PERO, estamos invalidando la frase anterior, es decir, cuando empleas una frase halagadora y agregas un PERO, estas entregando una flor con un trozo de excremento.
Reconocer, alabar, felicitar es una tarea difícil, generalmente no sabemos hacerlo. Otra forma en que acostumbramos reconocer es CON COLA. Ejemplo… Una mamá va a la escuela por su hijo de 7 años y en los últimos quince días le han dado queja de mal comportamiento y en ese día no le dan queja. Su felicitación con cola seria así: “Tu maestra me dijo que hoy estuviste atento y nada platicón, te felicito, ¿Qué te costaba?, nada, pero no le haces la lucha… yo si me sobo el lomo para que tengas todo y tu medio te esfuerzas, ya ves? No es tan difícil verdad?”.
Crees que esta forma de felicitar cumple con el objetivo de dar reconocimiento y fortalecer su autoconfianza y el esfuerzo que hizo?… Obviamente NO, esta forma de reconocimiento te ayudaría a ti? Imagínate a tu marido diciéndote… “Que rica te quedó la comida… que te costaba esmerarte?, ahí me tienes todos los días aguantando tus platillos raros” Creo que lejos de cumplir la función de animarte a seguir en el esfuerzo, te desanima.
Esforzarnos en ver lo positivo en las conductas y actitudes de l@s hij@s cumple varios objetivos:
– Romper nuestra inercia de adultos a ver en automático lo negativo, no sólo de tu hij@, de todo lo que te rodea incluyéndote tú.
– Fortalecer la confianza de tu peque reconociendo lo que sí logra, lo que sí hace, para que se anime a hacer lo que le cuesta trabajo.
– Entrenarlo… enseñarle a ver lo que SI hay, lo que SI logra, para que sea un crítico de sí mismo y no un criticón que se siente insatisfecho todo el tiempo porque sólo ve lo que NO puede, NO sabe, NO logra, NO le dan.
Te dejo una tarea, a partir de hoy, en la noche piensa en tres cosas que SI hiciste bien y esta misma tarea puedes practicarla con tu hij@ antes de dormir.