LA COMUNICACIÓN Y LOS HIJOS.
La comunicación es un tema muy amplio para escribir, se han escrito libros y libros. La comunicación tiene muchas aristas y es complicada sobre todo cuando tenemos que hacer una revisión personal de nuestro estilo de comunicar.
La comunicación es un área de suma importancia en la relación con todas las personas. Cuando nos comunicamos, el 93% lo comunicamos con lo que llaman comunicación NO verbal (tonos de voz, miradas, gestos, ademanes, respiración, color de la piel, volumen de la voz, etc.) y sólo el 7% lo comunicamos con las palabras.
Siendo el lenguaje NO verbal el primero que aprendemos (antes de los tres meses un bebé detecta, un regaño de un chiqueo), de tal manera que cuando un niño de dos o cuatro años escucha un NO que suena inseguro, vago y dudoso, sabe que es tiempo de insistir de manera férrea, para él es un SI disfrazado de NO, y lucha hasta des-enmascararlo. Por lo tanto, es muy importante que hagas una revisión de tu comunicación NO verbal específicamente con tu(s) hijo (s).
Ahora revisaremos un poco de la comunicación verbal.
Las frases que con más frecuencia se dicen a los hijos en momentos de enojo y frustración se han clasificado en tres grupos:
Reclamos inseguros:
Si tú eres de las que le dice a su hijo… “¿Que voy a hacer contigo?” “¿De qué manera quieres que te lo diga?” “Ya no sé en qué idioma decirte las cosas para que me obedezcas”.
Este tipo de frases le dan el mensaje al niñ@ de que eres incapaz de corregirlo y de educarlo, por lo que es muy probable que se sienta ansioso al saberse con una mamá o un papá incapaz de guiarlo. Cuando alguien dice estas frases no se está asumiendo como autoridad y lo que es peor le están pasando el estandarte o responsabilidad al niñ@ para que resuelva un problema que se supone debe resolver un adulto.
Indicaciones hostiles:
Tal vez te suenen conocidas las siguientes frases: “Me tienes harta” “Ya no te soporto” “Ahora si te llevo a un internado” “me enfermas”.
Todas estas frases hacen sentir al niñ@ no querido, no deseado, culpable y lo llenan de resentimientos y/o impotencia que muy probablemente desquitará peleando con sus hermanos y/o compañeros.
Peticiones confusas:
Son peticiones o instrucciones generales y ambiguas que le dejan al niñ@ un mensaje de todo y de nada al mismo tiempo. Ejemplo: “Pórtate bien” “No hagas travesuras” “Ya sabes cómo te va cuando haces tus cositas”, «Deja que lleguemos a casa» Estas frases no están pidiendo nada concreto y por lo tanto la posibilidad de que surja la desobediencia es alta.
Este tipo de comunicación surge en momentos de mucho estrés, de frustración por no lograr obediencia o buen comportamiento. La sugerencia es que busques lo que estas haciendo mal para que la desobediencia se repita. Generalmente tiene que ver con falta de claridad en lo que pides y falta de constancia en las consecuencias que prometes.
Te sugiero que busques formas de tranquilizarte y resolver con la cabeza fría. Si le das rienda suelta a tu impotencia y tu frustración solo le estas enseñando a tu hijo que es muy difícil controlar el enojo y que es muy difícil resolver los problemas y estoy segura de que NO es lo que quieres enseñarle a tu hijo.