«El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es».
Jorge Bucay
Es difícil definir de forma consistente lo que es el amor. Independientemente de a quien se ama, se dice que el amor es generoso, compasivo y comprensivo. Y suele ser tan difícil definirlo que se buscan acciones que ayuden a explicar lo que es el amor. Se dice que el amor brinda la libertad de ser y hacer, también se dice que el amor lo perdona todo. Lo que es cierto es que el amor a los hijos no necesita el trato constante o cumplir con ciertas características para que se genere esta emoción. El amor a los hijos surge para la mayoría desde el momento en que se tiene conocimiento de que esta gestándose en el vientre un ser, habrá quienes necesiten más tiempo y habrá quien afirma que amó a su hijo desde antes de engendrarlo. El punto es que a diferencia de una pareja o una amistad, en la generalidad la madre no necesita que nazca su bebé para amarlo, no importa si sus ojos son de color claro o si es inteligente o hábil en ciertas cosas. Un hijo se ama porque es un milagro, porque es vida que generamos y cada quien podrá tener su propia explicación. Para amar a un hijo no hay razones, solo se ama.
Lo que si es relativamente frecuente (desgraciadamente) es que los hijos, no se sientan amados. Es decir, podemos preguntar a un padre acerca de sus hijos y el afirmará que ama a sus hijos y al preguntar a los hijos, con frecuencia encontraremos que no se sienten amados.
El amor a los hijos es algo que todos sentimos pero que no todos saben demostrar y otros tantos no saben cultivar.
Cuando atiendo a familias y les pregunto a los padres ¿Cómo puede saber tu hij@ que l@ amas? No es raro encontrar respuestas como… Pues porque trabajo todo el día para cubrir sus necesidades… pues porque nunca le falta ropa limpia y comida caliente… pues porque gracias a su padre esta en un buen colegio y podemos comprarle todo lo que quiere, salimos de la ciudad con frecuencia, aunque no son la mayoría también he escuchado… porque lo abrazo… le digo que lo amo… juego con él, etc.. No hay duda de que los padres aman a sus hijos, lo que si esta en duda es su capacidad para demostrarlo y trasmitirlo de forma clara a los hijos.
Tal vez sea tiempo de analices…¿Hace cuanto le diste un abrazo a tu hij@ sin que fuera una fecha especial (cumpleaños, navidad, etc)?, ¿Le has preguntado si se siente amado?, ¿Cuánto tiempo le dedicas a escucharlo o a compartir una actividad con él?.
Psic. Margarita Guerra.