El poder de La sexualidad.
Psic. Consteladora Danitza A. Covarrubias T.
Bert Hellinger
Una de las cosas que me atrapó del enfoque Constelaciones Familiares fue que daba relevancia a temas que otros enfoques no. Pero además de esto, también me conquistó que tenía una manera de tocar ciertos temas, es decir, la mirada que les da. Y hoy me gustaría compartirles la mirada de las Constelaciones Familiares a la Sexualidad.
Muchos podrán juzgar que es un enfoque muy conservador, y si nos vamos a la raíz de la explicación me parece que tiene lógica y congruencia.
Para comenzar, este enfoque habla del poder de la sexualidad como una fuerza poderosa aún más grande que el amor. Y de dónde viene esa fuerza? Del hecho de que de ella surgen consecuencias que son innegables y que no se pueden esquivar, es decir, de ella surge la vida. Abrirse al acto sexual implica la posibilidad de miles de posibilidades, entre ellas, concebir la vida. Y esta vida puede ser una vida con implicaciones, como las mal formaciones, etc. Sin embargo, nunca nos enseñan esta parte. Por el contrario, nos venden la sexualidad como un objeto de placer que podemos usar, y sobre todo, controlar. Controlar las consecuencias que de ello emanan: el vínculo entre hombre y mujer que conllevan este acto, y la posible vida que puede emerger, a pesar de todos los métodos anticonceptivos, siempre cabe la posibilidad. Y a pesar del aborto, como leí en una frase, sólo te hace madre o padre de un bebé muerto. Por lo tanto, ya hubo una consecuencia que queda por siempre “marcada” en la experiencia personal.
De ahí la importancia de pensar si estamos o no preparados para llevar a cabo un acto sexual, y de saber si estamos compartiéndonos con la persona que realmente puede ser depositario de tal regalo. Y de ahí que es menester no tomar tan a la ligera –al menos no sin asumir tales posibilidades- tener relaciones sexuales. Llámese que se den entre parejas solteras, parejas casadas, separadas, parejas casuales, el asunto es: me entrego a este acto asumiendo todas las posibles consecuencias? Me entrego al de enfrente? Mirándole a los ojos? Entregándome plenamente?
De aquí se desprende otro tema fundamental: los embarazos, consecuencia de las diversas combinaciones antes mencionadas. Cada una, con sus propias dificultades, y con sus propios sabores. Pero ese, ese es tema para la próxima semana.
«Pues, ¿hacia dónde debo girar?
Hacia la vida, la vida plena, ahora.»
Bert Hellinger.
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