Hay temas que son difíciles de enfrentar siendo adultos, uno de esos temas es la sexualidad y el otro es la muerte. Es difícil tenerlo claro como adulto, será más difícil platicarlo con un niño.
Los niños son curiosos por naturaleza buscan información de todos los temas y hacen las preguntas más simples y complicadas acerca de cualquier tema, y como adultos sie…mpre les contestamos… hasta cuando NO les contestamos… porque si recordamos que el 93% de lo que comunicamos lo comunicamos con el lenguaje no verbal (miradas, tonos de voz, ademanes, color de la piel, etc.), sólo el 7% lo comunicamos con las palabras, así que cuando un peque nos pregunta algo acerca de la muerte y nos ponemos nerviosos y evadimos las respuestas… estamos comunicándole al pequeño que de ese tema no se habla en esa casa o que es un tema que genera ansiedad, tristeza e incomodidad a los papás y es muy probable que el pequeño se quede con sus dudas y genere fantasías. Dicen las autoras del libro “El niño que convive con la verdad es un niño capaz de enfrentarse a la vida”. (Esquerda y Agustí).
En conclusión, si como adulto no tienes claro ¿Qué es la muerte? ¿Por qué se muere la gente? ¿Qué pasa después de que se mueren? ¿Qué es el alma o el espíritu?, etc. Seguramente te sentirás nervioso cuando un pequeño te haga alguna de estas preguntas.
En general, aunque el niño(a) no esté enfrentando un proceso de duelo, es importante que observemos sus juegos, sus preguntas y lo que están viviendo, porque nos puede brindar la oportunidad de abordar este tema. Es decir, si el juega y mata a alguien o si se encuentra un pajarito muerto, podemos preguntarle acerca de lo que el cree que es la muerte, esto nos dará información de lo que imagina acerca de este tema y abrirá la posibilidad de que realice preguntas en ese momento o después.
También es muy importante que como adultos tengamos claro nuestro concepto de la muerte, a lo que le tenemos miedo, las emociones que nos genera y la forma en que las expresamos, porque esto también se lo trasmitiremos al pequeño con palabras y actitudes.
Finalmente, “la muerte es la incertidumbre más grande de nuestras vidas”. (Esquerda y Agustí)
ALGUNAS SUGERENCIAS PARA EXPLICAR LA MUERTE
– Evitar metáforas como: “la muerte es como un sueño”, “es emprender un largo viaje”, “está descansando”, “Está con papá-Dios”. Este tipo de frases las entienden los adultos o tal vez los adolescentes porque saben que se trata de una metáfora, pero niños pequeños hasta los diez o doce años, es probable que tomen literal las frases y después les genere miedo dormir, o ir de viaje o que algún ser querido lo haga.
– Lo ideal es que se hable del funcionamiento del cuerpo y cuando alguien muere deja de funcionar, deja de correr sangre por su cuerpo, su corazón deja de latir. También es importante explicarles cuando pasa esto, ya no sienten miedo, ni frío, ni dolor, ni hambre, ni ganas de hacer del baño. A los niños les preocupa lo que puedan sentir y pensar las personas después de la muerte.
– No mientas, si llega una pregunta que no sabes contestar, sé honesto y dile que no sabes cómo explicarlo, que lo entiendes para ti, pero necesitas pensar y organizar tus ideas para podérselo explicar a el/ella.
– Puedes auxiliarte de fenómenos naturales que es muy probable que el haya presenciado…Todo ser vivo tiene un final, una flor marchita, un pájaro muerto, la oruga que se transforma en mariposa.
– Si quieres explicarle algo de forma espiritual, puedes decirle que Papá-Dios, es un ser lleno de energía, así como el sol (es algo que el niño conoce y ha sentido) y que nosotros al ser sus hijos, somos como un rayo de sol que salimos de él, cuando morimos, regresamos ahí a nuestro origen.
Estas son ideas general, si en relación a estas ideas se te ocurren otras, puedes usar tu creatividad. Lo importante es que tu tengas claridad y seas breve y concreto.